La casa es la posesión más valiosa que cualquier persona comprará en su vida y en ocasiones el mantenimiento es algo muy costoso y/o complicado.
Y algunos de nosotros somos muy hábiles cuando se trata de bricolaje* y, con la ayuda de revistas, sitios de Internet y algunos consejos de tiendas locales del ramo, podemos manejar una buena cantidad del trabajo por nosotros mismos.
Sin embargo, los trabajos grandes, por ejemplo, las instalaciones eléctricas y de plomería pueden ser muy desalentadoras inclusive para el más experimentado.
Por esta razón puede ser que en algunos casos se necesite el toque de un experto. Y aquí tenemos algunos consejos para encontrar a la persona adecuada para el trabajo.
Si ese contratista viene a través de la recomendación de alguien que conoces entonces se te facilita el asunto. Pero a falta de eso hay que hacer la tarea y obtener al menos 3 datos de diferentes contratistas.
Puedes preguntar en alguna ferretería sobre donde encontrar al experto. Incluso ellos mismos dejan sus tarjetas de presentación o volantes en el lugar. También puedes buscarlos por Internet o en la sección amarilla.
Nunca tomes la primera cotización y siempre dile a cada contratista que tienes la intención de conseguir otras cotizaciones.
Pide calificaciones y referencias y siempre pide un horario de trabajo, detallando las fechas de inicio y terminación del mismo.
Una vez que hayas encontrado la persona adecuada para el trabajo, revisa con detenimiento los detalles y asegúrate de que todas las partes entienden lo que se espera. Muy a menudo al final de un trabajo hay una disputa sobre lo que se esperaba o lo que se prometió.
Si el trabajo es relativamente costoso es necesario establecer un calendario de pagos lo cual te permite pagar a medida que el trabajo avanza. Nunca hagas el pago final hasta que estés completamente satisfecho con el trabajo y (si es necesario) obtengas los certificados de cumplimiento que se han emitido.
Por último, al invitar a trabajadores a tu hogar, asegúrate de proteger tus objetos de valor y su contenido contra pérdidas o daños. Cubre todos tus muebles para protegerlos del polvo y no dejes objetos de valor al alcance de la mano.
Al mismo tiempo, haz lo que sea sensato para facilitarle al trabajador su labor, permitiéndole un acceso razonable a tu casa para que pueda seguir adelante con el trabajo.