¿Por qué ser tóxicos si podemos ser lo contrario? Que tal si en vez de generar veneno generamos alegría y confianza a las personas con las que nos rodeamos. Esto se puede comenzar a hacer siguiendo unas cuantas reglas, simples y sencillas que harán que todo aquel que se acerque a ti se sienta bien.
Practícalo
con tus seres queridos, con tus amigos, con tus vecinos e incluso
con aquellas personas con las cuales te cruzas ocasionalmente y verás
la excelente impresión que causarás en todas ellas.
Recuerda
que las personas que se quieren a sí mismas saben valorar a los
demás con facilidad y no es extraño que quien quiere mejorar como
persona también quiera mejorar ayudando a los demás. Se trata de
crecer juntos.

Los
seres humanos tenemos la facultad de poder cambiar nuestra forma de
ser yde comportarnos cuantas veces queramos, y por esto podemos
aprender a mejorar cada día. Podemos quitarnos esas telarañas de
nuestra mente que nos impiden crecer internamente y cambiarlos por lo
que realmente aporta algo bueno a nuestro desarrollo personal. Hoy no
digas”no puedo”, cambialo por un “si puedo”.
Para
valorar también se tiene que aprender a tolerar, es decir, aceptar a
las personas sin importar su religión, su estatus social, su raza,
sus preferencias sexuales o cualquier otra cosa que los distinga de
los demás.
Todos
tenemos el deseo e incluso la necesidad de ser queridos por alguien.
Todo mundo trae en la frente un aviso que dice”hazme sentir
importante” y la mejor manera de hacerlo es tan fácil como llevar
a cabo unos cuantos cambios en la forma en que tu te relacionas con
los demás. Esos cambios se reflejaran en ti de manera positiva
contribuyendo a tu desarrollo personal.
Sonríe
a las personas con las cuales tratas, muéstrate interesado (y
siéntelo) en lo que te platican. Esto hace que la gente sienta un
interés por tu persona ya que les prestas atención y no los
ignoras.

Para la gente en general tiene un especial encanto el que las llames por su nombre, para ellas es saber que esa persona que los saluda les tiene en su mente y que no solo son una persona más que se cruza en su camino. Esto hace a las conversaciones más personales.
Escucha
con atención; pregúntale sobre ella, sobre su familia, sobre algo
que le guste a esa persona; escucha con verdadera atención y
responde sin que te compares con lo que te ha dicho; trata de
identificar las necesidades de la otra persona; relájate y disfruta
de la conversación.

Ofrece
tu ayuda y en especial acepta la ayuda de los otros si te la ofrecen.
Esto crea vínculos y le permite hacerse sentir bien a la persona.
Recuerda que estamos programados para sentirnos bien al ayudar a los
otros.
Dales
un cumplido, por pequeño que sea, este tiene un gran impacto en la
persona. La admiración hacia la otra persona crea un buen impacto
sobre ella. Aunque no hay que exagerar, si no pensará que te burlas
de ella.
Aprecia
esos detalles que ellos han hecho por ti y da las gracias por ello. Y
no dejes de hacerlo, es muy importante. Hay formas sencillas de
hacerlo, por ejemplo, darle un pequeño regalo. Con esto sentirá tu
aprecio y tu reconocimiento.
Todo
esto que puedes hacer por los demás tiene un segundo objetivo aún
mas importante: El hacerte sentir bien a ti.
Esto
es lo que se llama un círculo virtuoso, o karma, según otros, pero
la meta es la misma: el bien que hago a los demás genera un bien
para mi.
Saludos.