lunes, 5 de octubre de 2015

Como no ser tóxico y hace sentir bien a los demás

¿Por qué ser tóxicos si podemos ser lo contrario? Que tal si en vez de generar veneno generamos alegría y confianza a las personas con las que nos rodeamos. Esto se puede comenzar a hacer siguiendo unas cuantas reglas, simples y sencillas que harán que todo aquel que se acerque a ti se sienta bien.


Practícalo con tus seres queridos, con tus amigos, con tus vecinos e incluso con aquellas personas con las cuales te cruzas ocasionalmente y verás la excelente impresión que causarás en todas ellas.

Recuerda que las personas que se quieren a sí mismas saben valorar a los demás con facilidad y no es extraño que quien quiere mejorar como persona también quiera mejorar ayudando a los demás. Se trata de crecer juntos.

Cuando ayudamos a otras personas y vemos que están mejorando gracias a nuestra ayuda hace sentirnos muy bien. Cuanta gente necesita sólo de una sonrisa para cambiar su día.

Los seres humanos tenemos la facultad de poder cambiar nuestra forma de ser yde comportarnos cuantas veces queramos, y por esto podemos aprender a mejorar cada día. Podemos quitarnos esas telarañas de nuestra mente que nos impiden crecer internamente y cambiarlos por lo que realmente aporta algo bueno a nuestro desarrollo personal. Hoy no digas”no puedo”, cambialo por un “si puedo”.

Para valorar también se tiene que aprender a tolerar, es decir, aceptar a las personas sin importar su religión, su estatus social, su raza, sus preferencias sexuales o cualquier otra cosa que los distinga de los demás.

Todos tenemos el deseo e incluso la necesidad de ser queridos por alguien. Todo mundo trae en la frente un aviso que dice”hazme sentir importante” y la mejor manera de hacerlo es tan fácil como llevar a cabo unos cuantos cambios en la forma en que tu te relacionas con los demás. Esos cambios se reflejaran en ti de manera positiva contribuyendo a tu desarrollo personal.

Sonríe a las personas con las cuales tratas, muéstrate interesado (y siéntelo) en lo que te platican. Esto hace que la gente sienta un interés por tu persona ya que les prestas atención y no los ignoras.

Saluda a todos con efusividad. Esto no quiere decir que grites y saltes con alegría desbordante con todos al decirles “hola”, simplemente deja que sepan que realmente te da gusto verlos. Un saludo caluroso es una habilidad que debes aprender, lo difícil no es aprenderlo sino practicarlo. Si esto lo vuelves un hábito tus relaciones mejorarán enormemente. Inténtalo.



Para la gente en general tiene un especial encanto el que las llames por su nombre, para ellas es saber que esa persona que los saluda les tiene en su mente y que no solo son una persona más que se cruza en su camino. Esto hace a las conversaciones más personales.


Escucha con atención; pregúntale sobre ella, sobre su familia, sobre algo que le guste a esa persona; escucha con verdadera atención y responde sin que te compares con lo que te ha dicho; trata de identificar las necesidades de la otra persona; relájate y disfruta de la conversación.
Recuerda los detalles de pasadas conversaciones, son muy importantes para desarrollar más la amistad. Pregunta por la salud de algún pariente enfermo, por algún logro deportivo de alguno de sus hijos, o el de algo que con anterioridad te haya platicado.

Ofrece tu ayuda y en especial acepta la ayuda de los otros si te la ofrecen. Esto crea vínculos y le permite hacerse sentir bien a la persona. Recuerda que estamos programados para sentirnos bien al ayudar a los otros.

Dales un cumplido, por pequeño que sea, este tiene un gran impacto en la persona. La admiración hacia la otra persona crea un buen impacto sobre ella. Aunque no hay que exagerar, si no pensará que te burlas de ella.

Aprecia esos detalles que ellos han hecho por ti y da las gracias por ello. Y no dejes de hacerlo, es muy importante. Hay formas sencillas de hacerlo, por ejemplo, darle un pequeño regalo. Con esto sentirá tu aprecio y tu reconocimiento.

Todo esto que puedes hacer por los demás tiene un segundo objetivo aún mas importante: El hacerte sentir bien a ti.

Esto es lo que se llama un círculo virtuoso, o karma, según otros, pero la meta es la misma: el bien que hago a los demás genera un bien para mi.



Saludos.