Seguramente te ha sucedido que te encuentras con gente manipuladora, que no te respeta, no te escucha y no le importas en lo absoluto pero al final, trata de utilizarte para su beneficio. Esta es la llamada “gente toxica”.
El fin primordial de este tipo de personas es hacerte daño con una sonrisa, cínica por supuesto. Su mayor interés es exprimirte y utilizarte al máximo. Conoce tus puntos débiles y sabe como aprovecharse de ello. Hay que aprender a reconocerlos y alejarse de ellos totalmente.
Pero ¿cómo reconocemos a una persona tóxica? Hay diferentes tipos dentro de esta fauna nociva. Están los que se victimizan, los envidiosos, los soberbios, los mentirosos compulsivos, los “noaportonada”, los estresados, los chismosos, los egocéntricos, los interesado y los pesimistas
Veamos uno por uno cada tipo y su descripción.

Los “victimizados”, o sea, los que se hacen las
víctimas. Son aquellos que tratan de llamar tu atención a base de hacerte creer que son unos pobres seres que necesitan de la ayuda que tu les puedas brindar y que sólo buscan tu cariño, tu comprensión y tu apoyo, muchas veces especialmente en el campo económico. Ejemplo: esa gente que pasa por tu casa o en tu oficina y con cara de “no rompo ni un plato” o de “Teresa o Tereso de Calcuta”, te piden dinero para ayudar a fulanito o menganita porque se le quemó la casa, se quedó sin trabajo, el marido fue por cigarros y nunca volvió ( aunque no fumara), se murió y no hay para el entierro, etcétera, o sea, causas que hacen que tu corazón se ablande y le otorgues tu auxilio.
Los soberbios. Son aquel tipo de persona en las cuales todo el universo conocido y el que está por ser descubierto, gira alrededor de él, y por supuesto tú estás incluido. Son superiores a todos, fueron creados por el mismísimo Dios en persona. Se creen líderes y tratarán por cualquier medio de convencerte de ello. Además te hacen el enorme favor de corregir tus fallas e incluso los errores que aún no cometes. “La Doña” María Félix fue un claro ejemplo de este tipo de gente.Muy de cerca, y casi podemos afirmar que van de la mano,
se encuentran los egocéntricos, los “yo-yos”, los que solo hablan primero de ellos, después de ellos y por último de ellos. No tienen la menor empatía contigo ni con nadie. Rápidamente se les reconoce: si tu viajas en transporte público ellos sólo viajan con Uber; si tú vas de vacaciones a Acapulco, ellos van a las Bermudas; si tú corres un kilómetro, ellos corren el Maratón de Boston. Y, a no ser que seas un jeque árabe y tengas de manera comprobable todo el dinero del mundo, no los vas a superar jamás.
Los pesimistas ¡Uff! Uno de los tipos de gente tóxica mas depresivos que te puedas encontrar. Todo está mal para ellos, todo tiene siempre un lado negativo y solo te hablan de problemas. ¿Te dan soluciones? No, solamente más y más situaciones negativas que han sido parte de su vida. Corre, alejate de ellas, no sea que acabes en el médico y tomando antidepresivos.
Y siguen los envidiosos, es esa especie que sólo sienten un anhelo por tener algo de lo que eres o posees y no sienten la menor alegría por algún logro tuyo. Si te compraste un automóvil con el esfuerzo de tu trabajo, estos tipos están deseando que te estrelles e incluso que te mueras. Los envidiosos son muy corrosivos, ten cuidado de ellos.
Los mentirosos, los “pinochos” de la vida. Esos tipos que te hacen creer situaciones inexistentes, se creen lo que se inventan y lo que es peor, te hacen creer que es cierto.Hacen de la mentira su “modus vivendi”. Ellos ya fueron a Cancún e incluso te muestran fotografías “fotochopeadas” de ellos mismos en la playa. Si los descubres simplemente crearan una mentira más elaborada y difícil de descubrir.
La siguiente categoría corresponde a los “noaportonada”. Son los que simplemente están
ahí sin hacer ruido, que sabes que están con vida porque se mueven muy sutilmente y en ocasiones notas que respiran de manera casi imperceptible. Son los que contribuyen en nada a tu existencia aunque eso sí, están contigo en casi todo momento porque cuando los necesitas hacen un acto de magia y ¡puf! desaparecen, no se les ve ni el polvo.
Son como ese mueble feo que todo el tiempo te estorba, pero el día que lo quieres utilizar porque lo necesitas ya se lo llevaron.
Si le confías un secreto a un chismoso lo sabrá toda tu comunidad, saldrá incluso en el Internet y se volverá viral. Son muy peligrosos porque pueden inventar situaciones que ponen en riesgo tu estabilidad emocional y moral. Quieren saber todo de ti y cuando digo todo, es todo, ¿para qué? Obvio, para divulgar tus secretos y perjudicarte cuando sientan ese deseo. Tienen una compulsión por comunicar todo lo que llega a sus oídos y lo que se maquina en su imaginación.
Los interesados te usan como naranja en exprimidor, siempre atentos a explotarte al máximo. Conocen lo que tienes y lo que no, saben qué haces y cómo aprovecharlo para su propio beneficio. Y cuando acaban de obtener lo que quieren y ya no les puedes dar más, se retiran sin más ni más. Aquí un ejemplo en video
Hay otro tipo de personas tóxicas que tienen estrés todo el tiempo y te lo transmiten con tan solo verte; te agotan con su forma de ser y hacen que pierdas los estribos debido a esa vibra tensionante que llevan encima. Estos tipos llamados los estresantes viven de su estrés y del de los demás y se quejan de ello todo el día. No les permitas que lo hagan a ti. Haz como aquella película “Anger Management”, repite: “goosfrava… goosfrava”.Además todos estos tipos de persona comparten características similares:
- Te quieren hacer culpable,
- quieren sacar provecho de ti,
- manipulan tus sentimientos,
- te chantajean,
- mienten,
- juegan sucio,
- crean tensiones entre tú y las personas que realmente te estiman,
- te hacen sentir egoísta,
- su energía altera y contamina el medio y
- creen no ser responsables de lo que hacen.
En realidad todos hemos caído en alguna de estas categorías en algún momento de nuestra vida.
El truco para salir de ello está en reconocer y aceptar que así sucedió para que de esta forma podamos redirigir nuestro carácter hacia el lado positivo y en consecuencia ser una mejor persona. Y como en la publicación anterior: “Querer es poder”.
Este es un tema que aquí no termina.
Saludos


