Sin embargo estas becas se otorgan sin un ESE, sólo se basan en una pequeña encuesta que no resulta creíble ya que no hay, precisamente, un estudio socioeconómico que lo avale.
¿Qué sucede entonces? Claro, se miente en los datos y entonces los alumnos, muchas veces encausados por sus padres, crean una encuesta falsa donde se colocan en una posición de mucha necesidad económica. Dicen no tener los mínimos servicios con los que se debe vivir (electricidad, agua, drenaje) que no tiene refrigerador, que viven en casa con pisos de tierra, etc. Cuando en realidad tienen todos los servicios públicos e incluso algunos elementos que podemos considerar un lujo. Tiene casa con todos los servicios, internet, cable, celulares, automóvil, vacaciones, paseos, etcétera, etcétera.
Y quien respondió la encuesta con sinceridad y posiblemente cuente con la algunos o quizá ninguno de los servicios públicos o aunque no tenga su familia una boyante vida, si requiere de ese recurso extra para desempeñarse mejor, no lo obtiene.
Pero, he aquí la pregunta retórica: ¿Y si se hubiese realizado un ESE a cada alumno que hubiera solicitado la beca, qué habría pasado? Seguramente los que quisieran mentir no lo harían y las becas se hubieran distribuido entre quienes realmente la necesitaran.