jueves, 28 de agosto de 2025

En el latir silencioso de los días, el Día de los Abuelos

Hay un día que se cuela entre los calendarios de muchos países, no con estruendo, sino con la ternura contenida de un suspiro, para celebrar a quienes llevan en la piel el mapa del tiempo tejido con arrugas, memorias y silencios que hablan más que todas las palabras. Los abuelos, esos magos cotidianos, guardianes de un pasado que nunca se olvida, reciben entonces un gesto silencioso, un reconocimiento que homenajea la belleza íntima de su existencia y el milagro de su presencia.

Ellos, los arquitectos invisibles de nuestro mundo

Los abuelos, con sus manos antiguas y sus voces llenas de historias, son los verdaderos arquitectos de la vida que llevamos. Sin ellos, las raíces de nuestra alma se perderían en el viento y las tradiciones más queridas, esas que hacen de nuestra casa un hogar, se desvanecerían en la bruma del olvido. En su corazón llevan el pulso lento de la historia familiar, ese latido que da sentido a nuestro presente y que nos conecta con quienes vinieron antes, dándonos sentido y refugio cuando el mundo parece demasiado rápido o incierto.

Un instante para detener el tiempo y abrazar el ayer

Este día se convierte en la pausa necesaria para sentarnos a su lado, para beber de su memoria como se bebe un agua clara en medio del desierto. En esa compañía, las palabras vuelven a tener peso, las risas se transforman en ecos de tardes antiguas, y el presente se enriquece con el brillo cálido de un pasado que nunca muere. Son momentos que, aunque parezcan sencillos, se convierten en tesoros. Abuelos y nietos, manos entrelazadas, compartiendo el relicario cotidiano de historias y silencios.

 

 

 

La sabiduría que navega en mares profundos

Ellos son faros que han resistido tormentas y han visto amaneceres que nosotros apenas imaginamos. La experiencia que acumulan es un río vasto, cuyas aguas internas se ofrecen generosas para que bebamos y aprendamos sin prisas. Celebrar a los abuelos es rendir homenaje a ese caudal de paciencia, de enseñanzas que no caben en libros, sino en los pliegues del alma, donde la vida se expresa en la calma de un consejo, en la fuerza de un abrazo o en la magia de un silencio compartido.

Un canto a la vida que perdura y se renueva

En este día resplandece la fortaleza de quienes han acumulado años y con ellos, un amor que no se agota ni se desvanece. Es tiempo de cuidar, de proteger con la ternura de un niño, pero también con la reverencia de quien sabe que el tiempo es un tesoro frágil, un regalo que hay que aprender a atesorar. Celebrar a los abuelos es celebrar la vida que se niega a partir sin dejar huella, es un canto a la existencia que se prolonga, a la historia familiar que sigue latiendo en su voz, sus gestos y su memoria.

La gratitud que se convierte en gesto


Porque el amor hacia ellos nunca es suficiente, este día invita a devolver, aunque sea en un suspiro, la generosidad que nos han dado, ese afecto sin medida que tiene la forma de una caricia, un abrazo tibio, una palabra que dice sin necesidad de palabras todo lo que el corazón guarda. Esa gratitud se convierte en actos sencillos pero eternos, en un encuentro que se repite y queda grabado en el alma.

Así, el Día de los Abuelos se convierte en magia cotidiana, en el eco de lo eterno que transcurre en el tiempo, una celebración llena de humanidad que nos recuerda que esas presencias, a veces calladas, a veces fragiles, son la luz invisible que ilumina nuestras vidas. Ellos, con su sabiduría y ternura, hacen que recordemos quiénes somos y hacia dónde vamos, porque en cada arruga llevan escrita la historia del amor que sostiene familias, comunidades y sueños.


 

lunes, 18 de agosto de 2025

La transformación digital ya no es solo una tendencia

sino una realidad palpable que está cambiando radicalmente el día a día del trabajo social. Quiero contarte cómo esta revolución tecnológica, que incluye el tele-trabajo social y la inteligencia artificial, está remodelando nuestra profesión, pero siempre manteniendo ese valor humano que es nuestro sello indispensable.


La tecnología como aliada en la intervención social

Antes, un trabajador social se desplazaba de casa en casa, de institución en institución, cargado de documentos y agendas físicas. Hoy, con herramientas como plataformas de videollamadas, apps para registro de casos y bases de datos digitales, el acceso a la información y la comunicación se agilizan de forma impresionante. Esto permite que podamos llegar a personas en zonas remotas o que enfrentan dificultades para moverse, ampliando nuestro alcance sin sacrificar la calidad del acompañamiento.

Un ejemplo claro es el uso del tele-trabajo social, que durante la pandemia se convirtió en un salvavidas para muchas comunidades. Ahora, podemos agendar citas, hacer entrevistas y dar seguimiento sin necesidad de estar físicamente en el mismo lugar. Esto no solo mejora la eficiencia, sino que también facilita la flexibilidad horaria para muchos profesionales, algo que ayuda a equilibrar la vida laboral y personal.


Inteligencia artificial: un recurso, no un reemplazo

La inteligencia artificial (IA) está entrando poco a poco en el campo social, y aunque suene futurista, ya se está utilizando para analizar grandes cantidades de información que ayudarán a priorizar casos o identificar patrones de riesgo. Por ejemplo, algoritmos pueden detectar factores de vulnerabilidad en comunidades, para que podamos actuar con mayor rapidez y precisión.

Sin embargo, quiero dejar algo claro: la IA nunca podrá sustituir nuestra esencia humana. La empatía, la escucha activa y la capacidad para conectar con los demás, son elementos que la tecnología no puede replicar. Por eso, la incorporación de estas herramientas debe ser ética y cuidadosa, siempre garantizando la privacidad, confidencialidad y dignidad de las personas.

Desafíos y aprendizajes para los trabajadores sociales
No todo es color de rosa. La digitalización también trae retos. El tele-trabajo puede generar aislamiento, pérdida de contacto directo y, en muchos casos, incertidumbre sobre condiciones laborales. Además, no todas las comunidades ni los trabajadores sociales tienen acceso igualitario a la tecnología, lo que puede aumentar brechas sociales y profesionales.

Por ello, nuestra profesión debe insistir en:

-Capacitación continua para adquirir habilidades digitales.

-Desarrollo de protocolos éticos claros para el uso de tecnologías.

-Fomento de redes colaborativas para compartir buenas prácticas.

-Abogar por un acceso equitativo a herramientas tecnológicas.


En resumen:
La tecnología transforma, pero somos nosotros, los trabajadores sociales, quienes damos el alma a nuestro trabajo. Adaptarnos es necesario para seguir siendo efectivos, pero sin perder de vista que detrás de cada caso hay una persona con sueños y desafíos únicos. A través de un manejo consciente y ético de la transformación digital, podemos abrir nuevas puertas para acompañar mejor a las comunidades y hacer de nuestro trabajo un puente entre el hoy y el futuro.

 




jueves, 14 de agosto de 2025

14 de agosto: El Día Mundial del Lagarto: una historia de supervivencia, diversidad y respeto silencioso.

 


¿Alguna vez te has detenido a mirar de cerca a un lagarto? Ese pequeño reptil que corre rápido por el muro o se queda quieto tomando el sol. Para muchos, puede parecer un insignificante “bicho”, pero en realidad, es uno de los grandes héroes invisibles de la naturaleza. Y para reconocer su valor, cada 14 de agosto se celebra el Día Mundial del Lagarto.


¿Por qué elegir un día para ellos?

No hay decreto oficial ni una fecha famosa en la historia. Esta celebración surgió gracias a biólogos, conservacionistas y amantes de la fauna, que se dieron cuenta de que los lagartos son mucho más que “escaladores escamosos”. Son controladores naturales de insectos molestos y una pieza fundamental en la comida de aves y mamíferos. 

El 14 de agosto se escogió porque es un momento en que el planeta está lo suficientemente cálido para que estos reptiles estén activos, visibles y “mostrando sus mejores galas”. Además, es una fecha sin grandes fiestas humanas que puedan opacar su protagonismo.


Un mundo con más de 3,000 caras escamosas

¿Sabías que existen más de 3,000 especies de lagartos? Desde el imponente y rudo dragón de Komodo, con su tamaño que impresiona hasta a un humano, hasta esos pequeños camaleones que parecen artistas del disfraz, capaces de cambiar de color para pasar desapercibidos. También están las iguanas marinas de Galápagos, que no solo caminan, sino que bucean y nadan como verdaderos peces escamosos. Y qué decir del lagarto cornudo, con su “corona” de púas que lo hace parecer salido de una historia de fantasía. Esta enorme diversidad explica su éxito a lo largo de millones de años y en espacios muy diferentes.


Una conexión ancestral con los dinosaurios

Aunque a simple vista un lagarto no parece un gigante prehistórico, su historia tiene raíces profundas. Si retrocedemos en el tiempo, estos reptiles comparten antepasados con los famosos dinosaurios. No son dinosaurios, pero sí sus primos lejanos, supervivientes de masas de extinción que borraron a esos gigantes del planeta. Los lagartos son como una pequeña nobleza escamosa, que ha heredado cómo adaptarse, resistir y evolucionar para no desaparecer. Regenerar su cola o camuflarse son trucos que los han ayudado a seguir aquí, haciendo su trabajo sin hacer ruido.



¿Por qué deberías importarte el Día del Lagarto?

Imagina un mundo sin ellos: insectos infestando tu jardín, aves y pequeños mamíferos buscando otros alimentos, el equilibrio natural en peligro. Celebrar el Día Mundial del Lagarto es, en el fondo, rendir homenaje a esos guardianes discretos que mantienen viva la biodiversidad. Es un recordatorio amable para que demos espacio y cuidado a esas criaturas que, aunque pequeñas, sostienen grandes ecosistemas.


¿La próxima vez que veas un lagarto?

Piénsalo dos veces antes de pasar de largo. Estás frente a un sobreviviente milenario, un actor clave en la naturaleza y, sí… un pequeño héroe escamoso que merece un poco de nuestro respeto y protección.

martes, 12 de agosto de 2025

13 de agosto El Día Internacional del Zurdo: una oda a los contorsionistas de la vida cotidiana

 


Si hay un grupo en el mundo que merece nuestro aplauso y nuestra comprensión más profunda, esos son, sin duda, los zurdos. Sí, esos valientes héroes que enfrentan diariamente un universo diseñado por y para diestros, como si fueran protagonistas de una comedia absurda.


Imaginen por un momento la vida de un zurdo: al tomar una taza de café, la mayoría de sus colegas diestros sólo giran la cabeza para evitar que el “peligro” de derrame les alcance. Pero el zurdo, con esa destreza casi acrobática, se las arregla para sorber sin causar inundaciones. 

Al escribir, sus manos parecen estar siempre conspirando contra ellos; el lápiz se desliza en un ángulo imposible mientras se lucha contra el malvado smudge (mancha de tinta), que parece una venganza personal de todos los diarios. 

Y ni hablemos de los tijeras o los abrelatas, esos instrumentos supuestamente neutrales que según las leyes de la física favorecen solo a diestros. Aquí, queridos lectores, es donde la comedia del absurdo alcanza sus más nobles cotas.

Pero la cosa no termina ahí. En las reuniones de trabajo o en las clases, el escritorio está dispuesto como una trampa mortal para el zurdo: ninguna mesa ni pupitre parece diseñado para quienes desafían la norma, y siempre queda ese marcador rebelde al que debes acercar la mano derecha, mientras haces un contorsionismo digno del Cirque du Soleil para no accidentarte con tu brazo izquierdo. 

¿Y qué decir de las reglas sociales, que parecen escritas para una mano derecha omnipresente? El apretón de manos, el saludo con la bandera, y hasta el acomodo de los muebles se vuelven pequeñas batallas diarias.

Ahora, dejando la ironía de lado —aunque sólo un poco—, ser zurdo significa más que tener una mano preferida. Es vivir en una minoría que ha sido a veces ignorada, otras estigmatizada, y muchas veces desafiada por el entorno. Ser zurdo es desarrollar una creatividad especial, un ingenio nato para adaptarse, para encontrar soluciones ingeniosas en un mundo que no fue hecho para ellos. Es navegar por la vida con una perspectiva única, a menudo metafórica, que invita a comprender que la diversidad no solo existe, sino que enriquece.

El Día Internacional del Zurdo no es solo un recordatorio cómico de nuestras diferencias físicas, sino un llamado a la inclusión. A valorar que en las pequeñas diferencias, como usar la mano izquierda, se esconden grandes lecciones de resiliencia y de respeto por la diversidad humana.

Así que brindo con mi taza, que milagrosamente manejo con la mano izquierda, por todos los zurdos del mundo: artesanos del desafío cotidiano, herederos de una historia nerviosa y apasionante, en la que cada mancha de tinta es una medalla que nos recuerda que ser distintas manos es ser también distintas maneras de estar en el mundo.

miércoles, 6 de agosto de 2025

Hoy 8 de agosto se celebra el día del gato... y esta es su historia (Una de ellas)

Imagina a Gastón: no era un gato cualquiera. Tenía bigotes tan largos que a veces tropezaba con ellos y un cola casi tan grande como su apetito. Pero, sobre todo, Gastón tenía una idea genial: convertir el 8 de agosto en el Día del Gato en su escuela… ¡aunque casi nadie lo sabía!

 

 

 

El Gran Problema

Gastón pensó que sería pan comido. “¿Quién podría resistirse a los gatos?” se decía mientras ronroneaba en la azotea. Pero, al llegar a la dirección de la escuela, algo salió mal: la directora era dueña de ocho perros salchicha y no le agradaban los felinos.

La directora escucho de las intenciones de Gastón y dijo para si misma “¿Un día para gatos? ¡Primero haré el Día del Puercoespín!” gruñó ella.

Además, algunos estudiantes decían que los gatos eran “comodinos” porque solo comían y dormían. Otros decían que el 8 de agosto ya era el Día de la Tortilla.

 

Pero el Gato Gastón era muy listo (era descendiente directo de “Tiger” el gato de Albert Einstein) y entonces hizo un plan.

 

 

 

El plan de Gastón

No se rindió. Como buen consultor felino, Gastón dividió su misión en pasos claros:

  1. Campaña de Conciencia Gatuna: Pegó carteles donde se leía: “¿Sabías que los gatos evitan la invasión de ratones en la cafetería?”

  2. Demostraciones Públicas: Organizó una competencia de saltos con sus amigos felinos durante el recreo... (no todos aterrizaron bien, pero fue viral en TikTok).

  3. Ejemplo de Vida Real: Convenció al profe de historia—que temía a los ratones después de un accidente con su sandwich—de que los gatos podían ser héroes nacionales.

 

 Y qué pasó?

Pero el obstáculo más grande llegó cuando Gastón intentó hackear la bocina de la escuela para poner el “himno del gato”. Nada salió como esperaba: en vez de maullidos... ¡salió la canción del "Gato Volador"! Todos terminaron bailando en medio del patio.

 

El Resultado

Entre risas y maullidos desafinados, profesores y alumnos reconocieron que los gatos hacían más diversión y menos desastres de lo esperado. Al final, lograron poner “Día del Gato” en el calendario escolar. Ahora, cada 8 de agosto, Gastón se disfraza de superhéroe felino y todos llevan orejas de cartón a la escuela.