martes, 12 de agosto de 2025

13 de agosto El Día Internacional del Zurdo: una oda a los contorsionistas de la vida cotidiana

 


Si hay un grupo en el mundo que merece nuestro aplauso y nuestra comprensión más profunda, esos son, sin duda, los zurdos. Sí, esos valientes héroes que enfrentan diariamente un universo diseñado por y para diestros, como si fueran protagonistas de una comedia absurda.


Imaginen por un momento la vida de un zurdo: al tomar una taza de café, la mayoría de sus colegas diestros sólo giran la cabeza para evitar que el “peligro” de derrame les alcance. Pero el zurdo, con esa destreza casi acrobática, se las arregla para sorber sin causar inundaciones. 

Al escribir, sus manos parecen estar siempre conspirando contra ellos; el lápiz se desliza en un ángulo imposible mientras se lucha contra el malvado smudge (mancha de tinta), que parece una venganza personal de todos los diarios. 

Y ni hablemos de los tijeras o los abrelatas, esos instrumentos supuestamente neutrales que según las leyes de la física favorecen solo a diestros. Aquí, queridos lectores, es donde la comedia del absurdo alcanza sus más nobles cotas.

Pero la cosa no termina ahí. En las reuniones de trabajo o en las clases, el escritorio está dispuesto como una trampa mortal para el zurdo: ninguna mesa ni pupitre parece diseñado para quienes desafían la norma, y siempre queda ese marcador rebelde al que debes acercar la mano derecha, mientras haces un contorsionismo digno del Cirque du Soleil para no accidentarte con tu brazo izquierdo. 

¿Y qué decir de las reglas sociales, que parecen escritas para una mano derecha omnipresente? El apretón de manos, el saludo con la bandera, y hasta el acomodo de los muebles se vuelven pequeñas batallas diarias.

Ahora, dejando la ironía de lado —aunque sólo un poco—, ser zurdo significa más que tener una mano preferida. Es vivir en una minoría que ha sido a veces ignorada, otras estigmatizada, y muchas veces desafiada por el entorno. Ser zurdo es desarrollar una creatividad especial, un ingenio nato para adaptarse, para encontrar soluciones ingeniosas en un mundo que no fue hecho para ellos. Es navegar por la vida con una perspectiva única, a menudo metafórica, que invita a comprender que la diversidad no solo existe, sino que enriquece.

El Día Internacional del Zurdo no es solo un recordatorio cómico de nuestras diferencias físicas, sino un llamado a la inclusión. A valorar que en las pequeñas diferencias, como usar la mano izquierda, se esconden grandes lecciones de resiliencia y de respeto por la diversidad humana.

Así que brindo con mi taza, que milagrosamente manejo con la mano izquierda, por todos los zurdos del mundo: artesanos del desafío cotidiano, herederos de una historia nerviosa y apasionante, en la que cada mancha de tinta es una medalla que nos recuerda que ser distintas manos es ser también distintas maneras de estar en el mundo.