Cómo te ves me vi…
Hoy hablaré un poco sobre las efectos que se tienen al
llegar a la tercera edad y cómo la sociedad en general podríamos ayudar.
No soy especialista en geriatría, pero he leído sobre tema
y he trabajado muy de cerca con ellos durante mucho tiempo. Me he dado cuenta
de que muchos de ellos parecieran tener sólo efectos de su ancianidad por el
deterioro de sus funciones, como su
agilidad mental y su capacidad física.

Por naturaleza, gran parte de los ancianos van perdiendo
flexibilidad en sus extremidades y son más lentos con su capacidad mental, pero
veámoslo desde el punto de que nada es para siempre.
Por otro lado, hay que tomar en cuenta que las personas de
la tercera edad (ancianos) son muy vulnerables a los cambios en su vida. Es
común ver o saber de personas que de un momento a otro se les lleva a una casa
de retiro, ya sea por enfermedad o por que la familia no se “puede” o “quiere” hacer
cargo de ellas. Este tipo de cambios les afectan mucho, y al no poder adaptarse
a su nuevo estilo de vida se vuelvan irritables, molestos todo el tiempo, quisquillosos,
etc., se encuentran en un lugar al que no consideran un hogar para ellos, con
extraños. Son separados de los suyos contra su voluntad.
Nosotros como sociedad podemos hacer mucho. Enseñemos a los
niños y a los jóvenes a ser pacientes;
el adulto mayor está muy desvalorizado, empezando por el rechazo de los mismos
familiares.

Seamos incluyentes con este sector de la población.
¡Saludos!