
En México cada año mueren alrededor de 43 mil personas que
representan el 8.4% del total de muertes en México. (Cifras del 2018)
Hay unos 14.3 millones fumadores mayores de 15 años, de los cuales
unos 10.6 millones son hombres y unos 3.8 millones son mujeres. Y más del 7% de
los fumador (poco más de un millón) lo hacen diariamente con un promedio de 7.7
cigarros al día.
Por lo que esto se vuelve un asunto de salud pública con un alto
costo al país.
Cuando se enciende un cigarrillo se producen más de 4,000
sustancias químicas diferentes, siendo los alquitranes los más tóxicos ya que
dañan a los tejidos de los bronquios y los pulmones, las nitrosaminas que son
causantes de cáncer, la acroleína que se presenta en el humo junto con el monóxido
de carbono. Hay que tomar en cuenta que si bien la nicotina juega un papel vital en la
dependencia del tabaco, no es responsable de las enfermedades que causa.
El tabaco por lo tanto puede causar varias enfermedades.
Los
cánceres, especialmente los de los pulmones, la garganta, el tracto urinario y
el sistema digestivo. Pero también causa arteriosclerosis, debido al monóxido
de carbono. Este gas daña las paredes de las arterias que luego se obstruyen.
Esto puede causar un infarto de miocardio, cuando ocurre en el corazón o un
derrame cerebral (accidente cerebro vascular) cuando ocurre en el cerebro.

Me quedo corto en la descripción de todos los problemas de salud
que se presentan. Investiga más a fondo y piensa cuanto valoras tu vida.
Pero y
si después de todo conocer todo esto quiero dejar el tabaquismo pero no puedo
dejar de fumar… ¿Qué puedo hacer?
El fumar crea una dependencia muy fuerte pero seguramente tienes
muchas buenas razones para dejar de fumar. Esas razones se llaman “motivación”.
Existe un trío de dependencias.
La primera adicción es física. Sin tabaco, tu cuerpo siente una
necesidad de nicotina, sientes que algo te falta y que no puedes estar sin ella.
Despiertas y en lo primero que piensas
es en encender un delicioso cigarrillo. Lo terminas, vas a “descomer” y fumas
otro mientras ves tu celular (bueno, todavía hay quien lleva todavía un periódico
o un libro al trono). Desayunas y en cuanto terminas, ¿adivinas? Sí! Un cigarrillo
más… para el “desempance” y así todo el día hasta que llega la hora de dormir
pero sin faltar ese último cigarrillo para “que te de sueño”.
La segunda adicción es psicológica porque fumar está asociado con
el placer, el manejo del estrés, y de tu imagen ante los demás. Si fumas eres
un adulto, eres capaz de tomar las grandes decisiones que sin su ayuda serían
imposibles de resolver; te ayuda a pensar, a clarificar tus ideas. Te relaja, te ayuda a dejar
de lado por unos minutos tu ajetreada existencia y le da un descanso a tu mente.

Regresando a la pregunta anterior… ¿Qué puedo hacer?
¡Usa la Motivación!
Despiertas y en lo primero que piensas es en sentirte bien. Terminas,
vas a “descomer” y lees en tu celular (bueno,
todavía hay quien lleva todavía un periódico o un libro al trono). Desayunas y
en cuanto terminas, ¿adivinas? ¡Sí! te encaminas a tus pendientes… y así todo
el día hasta que llega la hora de dormir pero pensando ¡cómo no hice esto
antes!
Y si no logro contener mis ganas de seguir aspirando veneno… quise decir
“fumar” bueno, no te asustes si no puedes lograrlo como tal. Inténtalo de
nuevo, deja que crezca tu motivación para intentarlo nuevamente (recuerda tu primera vez... con tu cigarrillo, lo desagradable
que fue, porque no creo que a alguien le haya fascinado el primero
que probó)
Recuerda que cuanto más preparado, motivado y maduro estés, más
efectiva será tu independencia del tabaco.
De ahí el interés por las iniciativas de los médicos y de las
instituciones de salud, como el mes sin tabaco donde esperamos que todos a
nuestro alrededor apoyen esta meta.

En lo personal yo creo que la mejor motivación es aquella que dice
“Hoy no fumo, mañana si”. Practícala todos los
días y llegará el momento en el que simplemente… dejes de fumar.